De hecho, planea abrir el cuaderno de venta en abril, según explica a EXPANSIÓN el director general de Evo, José Luis Abelleira. Se ha empezado ya la auditoría que tendrá que establecer el perímetro de venta, para poder realizar la segregación de los activos de Evo de los de NCG Banco. Evo agrupa las antiguas oficinas de NCG fuera de Galicia, Asturias y León.
Según Abelleira, la entidad ya ha recibido muestras de interés por parte de inversores y bancos, aunque los contactos están en fase inicial. El banquero, de hecho, reconoce que este interés no tiene por qué transformarse en ofertas. Pero es optimista: “Hemos completado el grueso de nuestra reestructuración en 2012, en abril alcanzaremos el tamaño que nos ha impuesto Bruselas, de ochenta oficinas, y que consideramos idóneo para desarrollar nuestro modelo de banca directa”.
La entidad no tiene prisa: “Nuestro objetivo, compartido por Bruselas, es maximizar la rentabilidad en la venta, para así devolver el dinero público recibido”. Es decir, Evo Banco empieza la venta, pero si no le gustan las ofertas, agotará el plazo de dos años para que la situación mejore.
Se trata de un momento difícil para que los inversores foráneos entren en el sistema financiero español.
Sin embargo, el directivo cree que también en el extranjero ha calado la idea de que la reestructuración de la banca española está casi terminada y que puede ser un buen momento para entrar. “La concentración del sector que ha provocado la crisis, y que era necesaria, también es una ocasión para que otros jugadores puedan entrar en el mercado y hay interés”, insiste.
Sobre los mensajes contradictorios que han llegado del Banco de España y de Economía con respecto al futuro de NCG Banco, Abelleira se limita a recordar que “la hoja de ruta que ha sido aprobada por las autoridades españolas y por Bruselas da cinco años a NCG Banco para encontrar un comprador, y dos año a Evo Banco. Con este horizonte trabajamos”.
El hecho de que un banco que haya recibido ayuda pública haya invertido en el lanzamiento de una nueva unidad de negocio ha suscitado polémica. Sin embargo, Abelleira asegura que el lanzamiento de Evo ha costado seis millones de euros, y que en los próximos 14 meses entrará ya en rentabilidad. “Tenemos costes contenidos, también en publicidad. Invertimos apenas el 25% de lo que hacen, de media, los competidores comparables”, afirma.
Mientras, Evo Banco presume de los logros conseguidos en sdiez meses de vida. Ayer, celebró haber conseguido 100.000 clientes de su cuenta inteligente, el producto estrella con el que se estrenó en el mercado y que pretende ofrecer al cliente todos los servicios básicos de una operativa financiera sencilla. “Enero y esta primera semana de febrero han sido récord en captación de clientes”, según Abelleira.
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